La clase se convirtió hace unos días en un pequeño laboratorio improvisado.
Se utilizaron diferentes sustancias conocidas por los alumnos y con la ayuda de diversos utensilios de laboratorio, se realizaron en el aula mezclas, disoluciones y hasta ¡una reacción química!
La experiencia fue muy bonita, pero lo más interesante de ella, fue ver sus caras de alegría.
Seño, esta actividad ha sido una pasada.
ResponderEliminarTengo en casa un participante que no para de hablar de la experiencia.
Gracias.